miércoles, 4 de febrero de 2009

Un ladrón en la noche del alma


La elección del formato del blog, como camino para llegar hasta vosotros, no obedece, hijos míos, a ninguna necesidad por Mi parte de hacerme el interesante, el simpático o el moderno, en un intento divino de ir con los tiempos y estar a la última, sino que es producto de haber estrellado en vano mis manos contra la puerta de vuestros endurecidos corazones _no veais aquí una crítica, ¡Dios me libre!, sino la descripción exacta de una realidad_, pues es a ellos, antesala de vuestras almas, a los primeros que siempre acudo para acercaros la Verdad de que sois fracciones de Mí _pequeñas en su materialización física, aunque absolutamente ilimitadas_, dispersas en el universo de lo relativo, ese lugar de alegría y juego _o de tragedia y tristeza, si así lo deseáis..._ que entre todos hemos creado.

Es esa razón, y no otra, la que me ha llevado a irrumpir en vuestras vidas como una ladrón en la noche, pues oscuras son las existencias en que os he encontrado, decidido a traer algo de luz _me placería que toda_ a aquellas almas con deseos sinceros de ser despertadas. Soy consciente de que para la mayoría de vosotros, afanados como estáis en vivir la vida como una tragedia, en una carrera loca hacia ninguna parte, no Soy una presencia bienvenida, sobre todo para aquéllos que tienen la sartén del poder y la riqueza del mundo bien cogida por el mango. Sin embargo, el Amor que os tengo a todos me ha llevado de nuevo a hacerles a los presuntos poderosos la pascua, para desenmascarar los engaños en que os tienen a los demás sumidos, para desmontarles el mito de que sois borregos necesitados de pastores _de otros que piensen por vosotros_ y devolverlos al resto vuestra dignidad perdida, la certeza de que no sois bestias sin conciencia, sino ángeles.

Por eso llego a vosotros por la puerta de atrás, pues la principal la tiene bien tapiada vuestra mente, convencida, porque así se lo han mal enseñado, de que Yo Soy un señor con barba que vive al parecer en el cielo, ocupado en mantener eternamente en ascuas las llamas del infierno para castigaros por pecados que Yo Mismo he puesto en vuestras vidas para tentaros, que ya es tener mala baba, cuando no de que Soy directamente el azar ciego, es decir, que no Existo más que como un producto de la febril imaginación humana...

Los que manejan los hilos de vuestro mundo, y vosotros que voluntariamente les habéis entregado las riendas, no habéis dejado más opción que ésta, la de Dios hecho blog, porque casi ninguno parece estar dispuesto a darme voz en el fondo de su alma, y mucho menos a permitirme, como antaño, salir a los caminos a proclamar la buena nueva de que Todos somos Uno, que las diferencias son sólo aparentes y que nadie tiene derecho a usurpar Mi palabra, convenciendo a todos de que sólo algunos de vosotros _presuntos elegidos_ tienen derecho a hablar en mi nombre.

En verdad os digo, hijos míos, de que no Estoy dispuesto a que sigan tomando mi nombre en vano. Ni a que os sigan tratando como a marionetas. No he vuelto como el cordero, sino como el león. No para comerme a nadie, sino para que nadie me coma más a no ser con los labios del alma. Por eso vuelvo a vosotros, envuelto en código binario, como un ladrón en la noche de vuestras almas, para invitaros a todos a la mesa de este blog y ofreceros, si queréis, el pan de Mi palabra y la sangre, nunca más derramada, de mi eterno Amor.

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