sábado, 12 de enero de 2013


Vuelvo a casa para encontrarla vacía de mí. A lugares donde un día tuve fe en que mis palabras podrían tal vez, sólo tal vez, convencerme a mí mismo de que los sueños son posibles. Vuelvo a casa para experimentar ausencia y distancia, para escuchar apenas un eco de lo fui, un mala jugada de mi memoria ya añeja, un destello de oscuridad.

Me miro en el espejo de este blog, que algún día llamé mío, como un vampiro. Y trato de encontrar rastros de lo que sentí; las huellas de mis dedos aferradas a la esperanza, y derretida en mis manos la mantequilla que quise regalarte en París.

¿De quién es este blog?...

Imagino que vuestro, que en ausencia de mi voz quebrada por el frío, seguís dejandoos caer de tarde en tarde por aquí. No sé qué buscáis aquí. Ni que encontráis. No sé si perdéis el tiempo o sacáis algo en limpio...

Sólo sé que, en este tiempo, he muerto mil veces y aún mil más.

Y que no me llamo Lázaro.



domingo, 17 de junio de 2012

Pasión por la frontera




Cuando Ana de Feroz y yo nos dimos cuenta de que, en lo personal y en lo sexual, tendíamos a perder la vergüenza y el decoro, a fundirnos y a caminar sin vacilar hacia tierras sin leyes mundanas, a explorar más allá de los límites con que las convenciones sociales encadenan nuestros sueños, ya nos habíamos estrellado de bruces contra ella.

Contra la frontera.

Cuando eso sucedió, ya habíamos dejado, detrás de nuestros polvos indecentes, un buen manojo de cadáveres morales, con tufo a juicio y prejuicio: el pudor y la falsa vergüenza, colgados de un pezón con la soga de sus tangas, el miedo al qué dirán, ahogado en semen en los abismos de su culo y la etiqueta de“anormales”, abatida a bofetadas contra el paredón de sus nalgas.

Ana y yo fuimos frontera sin buscarlo, desde el mismo instante en que los besos no nos bastaban para calmar el ansia de poseernos y fueron parcialmente sustituidos por mordiscos que buscaban invadir la carne, por dentelladas en el cuello del depredador que llevamos dentro, por azotes que son pura expresión de júbilo animal y por festines a base de manantial de vida en la fuente de su coño, de leche furiosa vertida en su garganta, de sudor y de risa, de jadeos y orgasmos cavernarios que no se pueden describir con palabras.
Y al vernos de pronto tan al nivel de las bestias, primitivos y salvajes, hechos unos caníbales de nosotros mismos, exploramos _imagino que para compensar_ el camino fetichista que, al otro lado de la frontera, pudiese proveernos de ropa no convencional para no tener que ir desnudos todo el día, ya que la vestimenta decente de los que nunca fuimos no la podíamos ya soportar.

Así, los pantalones se ajustaron, las faldas _ más que acortarse_, casi se extinguieron, la edad de la braga dio paso al imperio del tanga y aparecieron sobre el escenario objetos, hasta entonces desconocidos, que de repente nos parecieron amigos de toda la vida: boas de plumas, prendas trasparentes para que te cacheen por partida doble en las aduanas, zapatos que llevan por tacones rascacielos, medias de liga que sabían a cabaret, ligueros sorprendidos de no haber encontrado antes a su dueña, dildos que podrían suponer la expulsión del pais, pinzas para tomar la tensión a los pezones, rosebud anales que son una chulada, alguna fusta que poco tiene que hacer frente a la mano, y joyas íntimas que matarían de un infarto a no pocas madres.

Y, claro, sorprendido de haber por fin encontrado a Ana, me dispuse a fotografiar a aquella magnífica criatura, femenina pluscuamperfecta y legendaria, a tantas mujeres distintas en una, desde todos los ángulos imaginables y con atuendos de catacumba o de hacer la calle… Y fueron miles las imágenes en noches de exhibicionismo pecaminoso e incuantificable el placer que ella obtuvo de verse tan en ella misma, tan única y hermosa, y de verla yo con los ojos más libres, más desprejuiciados y más empalmados del mundo.

Sin duda por eso, sentimos desde entonces que los hoteles convencionales no nos hacen justicia ni nos dan juego, por lo que nos lanzamos a la carreta, cada vez que podemos, en busca de moteles, con espejos espías observando nuestros juegos, camas gigantescas, ningún horario y nadie que nos toque los cataplines.

Al otro lado de la frontera, por pura pasión, habíamos creado un nuevo mundo de pareja, un Planeta verdaderamente nuestro y formas de amarnos desmedidas que sólo admitían un calificativo… Canalla.

-------------------
(Planeta Canalla fue reinaugurado, en una nueva versión y tras sufrir un ataque destructivo de piratas informáticos, el pasado 1 de mayo... www.planetacanalla.com)
-------------------


Tacto de mi memoria



Tengo fama de fantasma, tan esquelético que ni siquiera llevo sábana. Tan solo la bola del mundo encadenada a los no pies, como un fardo de sueños falsos que no os dejan ver que toda realidad es ilusoria, que la única verdad vive en las afueras de los ojos, en los abismos de la memoria del  Dios que no recordáis que lleváis dentro. Fama incluso de iluminado, de evanescente y fugaz como el humo, de etéreo e incorpóreo, de lunático que tiende a nube. Que huele a nada. Fama de no estar en la pomada, de pies renegados del suelo, de cabeza que sabe a chorlito y de soñar despierto todo el tiempo.

Fama de viento.

Pero en días como hoy, 17 de mayo de 2012, recuerdo, de repente, que tengo memoria, exacta y milimétrica, de tus dedos líquidos, de los tactos volcánicos con que a veces me  regalas el cuerpo que nunca tuve, con el que vistes con una sábana de besos mi espectral presencia. Recuerdo, de repente, que soy incapaz de evocar las caricias de nadie, pero sí tus roces inconfundibles, únicos, e incluso la delicadeza de tus labios sobre mi falo resucitado del olvido, la dulce marea de tu sexo sobre la carne de mi deseo,  el abrazo mortal, asfixiante, del pórtico de tus nalgas reclamando, para sí, la última voluntad lechosa de los ahogados.

Pero, en ausencia de tus tactos, sigo siendo inexistente. Un manojo de recuerdos. Un pedazo de viento. Un delirio de tus tactos.

Sólo un fantasma… que se hace carne en ti.

----------------------------------

jueves, 19 de enero de 2012

Palabras para Julio


Hoy he tenido el placer de hablar con un héroe. Lo malo del asunto es que él no lo sabe. Sus ojos quedaron tan cegados por el horror que vivió una noche de San Juan que apenas logran distinguir que aquella madrugada no fue la de la tragedia y la muerte sin sentido, sino la del  triunfo del amor desmedido y la compasión. La gran celebración del misterio de la vida.
Julio acudió al rescate de un grupo de personas que, por imprudencia o simplemente porque su alma eligió ese momento para irse, saltaron en brazos de la muerte, pero  no se encontró cara a cara con la Parca, como su mente se empeña en hacerle creer, torturándolo una y mil veces con imágenes, sonidos y olores macabros de aquel fatídico accidente. Julio, sencillamente, se encontró de frente consigo mismo, libre de sus propios personajes, despojado de las mentiras con las que otros creen saber algo de él, libre de los artificios del ego y del humo social, nada más que con él en esencia, sin nombre y desnudo, convertido en el que socorre al herido, consuela al afligido, en el que ama al otro como a sí mismo.

Julio fue héroe sin querer. Le salió del alma sin darse cuenta. Para darse cuenta, al fin, que la grandeza crece en medio del horror, que la bondad que anida en el alma humana florece, como magia, en el lugar del espanto. Y por mucho que se empeñe su mente en recordar aquellos hechos como una película de terror, su alma conoce la verdad que se oculta tras las apariencias y sabe que lo sucedido no admite otra calificación que la de película de amor.

Aquella noche el único que murió fue Julio, el mortal que siempre creyó que era, y nació la leyenda del compasivo, el héroe inmortal que, olvidándose de sí, se entrega por amor al prójimo. El mismo que deja de llamarse Julio para adquirir el nombre de todos. El hombre que deja de parecerlo para ser sólo un ángel.

A Él van dirigidas estas palabras, escritas para contarle que algún día, en ésta u otras vidas, comprenderá la valiosa enseñanza que espera ser descubierta cualquier noche de San Juan:

Que donde los ojos ven muerte hay sólo tránsito, cambio de estado, metamorfosis hacia formas más sublimes de existencia; que donde lloramos el final hay, en realidad, la infinita alegría del inicio; que donde creemos caer, en realidad alzamos el vuelo, y  que donde la razón naufraga emerge, triunfante siempre, la magia imperecedera de la vida.

-------------------------

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Maestra de la alegría y aprendiz de geisha

Derrocha simpatía y dilapida risa, debido a que es íntimamente consciente de que la alegría es una fuente de energía vital, inagotable y eterna, en la que sacia su sed la felicidad. No escatima entusiasmo, pasión que se le escapa a raudales por los poros del alma, y regala, sin esperar nada a cambio, simplemente porque sí, un optimismo irrefrenable e inocente, milagrosamente no corrompido por las malas experiencias, un halo de esperanza que va dejando, a su paso, el rastro invisible de la belleza imperecedera que la viste por dentro.

Su risa huele a la flor de los cerezos y su voz sabe a los besos entregados de una geisha, pero no la que los tópicos occidentales tienden a confundir con una prostituta con kimono y nieve en el rostro en el país el sol naciente, sino con las geishas auténticas, mujeres elegantes y cultas, dominadoras de las artes, de la música, las narraciones y la poesía, el valor de cuya compañía excede, con mucho, el de las simples habilidades amatorias. Tal es Nikki Fennel, que suma a sus cualidades como “escritora, actriz, modelo y video-reportera” la de la humildad, pues la geisha que lleva dentro es todavía para ella un ideal, un camino de aprendizaje que seguir, prefiriendo definirse a sí misma como maiko, apenas una iniciada, una simple “aprendiz de geisha”.

La geisha que hay en Nikki no es sino el reflejo de su condición de sumisa, que eligió, sencillamente y sin comerse el coco, “porque es mi naturaleza” y porque desde que tiene uso de razón anda buscando una personalidad dominante que, por pura intuición y sin necesidad de darle grandes explicaciones, sepa ver quién es ella por dentro y encuentre, sin mapa del tesoro, los resortes que la lleven a besar el suelo y tocar el cielo al mismo tiempo. Y esa opción no es el fruto de ningún trauma inconfesable de diván, ni siquiera después de haber confundido el asno con el amo y de haber vivido 16 años a su lado, recibiendo coces en lugar de azotes de placer como Dios manda, ya que el presunto dominante resultó ser un “maltratador y un abusón”.

No, a Nikki lo del BDSM le corre por las venas de modo natural, le viene “de siempre”, ya que con nueve años fantaseaba con ser secuestrada por príncipes, así, sin más y a lo bestia, y no por principitos de esos metrosexuales, que a veces son ranas necesitadas de besos o bien de esos otros que te besan sin lengua para despertarla a una de las mismísima muerte, sino de aquellos que, de forma poco delicada _ por decirlo suave_ te llevan sin miramientos, a rastras a su castillo del pecado con el lujurioso propósito de encerrarte en la mazmorra y hacer contigo, dentro de un desorden, lo que les venga en gana. 

Para perderse en su risa, al fin. Para convertirla en geisha.

Por eso no es extraño que Nikki haya hecho sus pinitos como actriz porno, lo que le ha valido ser improcedente y prejuiciosamente despedida de un reciente empleo al enterarse sus jefes que pasaba parte de su tiempo libre follando a diestro y siniestro, vaya por Dios, ni que forme parte, en calidad de sumisa, de la mazmorra profesional de Ama Anette, ni que, puesta a elegir opciones dentro del SM, se quede con el bondage, práctica que adora por lo que supone de indefensión y de estar absolutamente a merced de los deseos del dominante, ni que, llevada a quedarse con una experiencia deseada en el terreno sexual, no dude un solo segundo en elegir “los tríos”, porque mejor que un macho dominante, póngame usted dos.

Así es ella, la mujer cuya risa huele a flores de los cerezos, tan espectacularmente bellas y pasajeras que en Japón merecen unos días de fiesta, el Hanami, en las que todo el mundo sale al campo “para disfrutar de las cosas pequeñas y del sentimiento que nos produce la belleza de lo efímero”, tal y como ella misma señala, haciendo de sus palabras una declaración vital de principios. 

Vivir y gozar cada momento como si fuese el último es la razón de ser,y el Carpe Diem que alimenta la risa cristalina de Nikki Fennel, la mujer que, por colgarse un defecto, “todo lo empieza y nada acaba”, la hembra voluptuosa que confunde su generosidad con ser “gordita”, la maestra de la alegría que sueña con ser geisha.

(Artículo publicado en www.laguiacanalla.com)

jueves, 27 de octubre de 2011

Totó García o la pasión de vivir

Estudia para no tener que follar tanto. Folla, como parte de su trabajo de actor, para no tener algún día que trabajar. Y aún saca tiempo _nadie sabe de dónde_ para dirigir, postproducir, maquetar y diseñar contenido audiovisual adulto, tanto para sus dos webs (PlaceresVirtuales y PorNOaburrirse), la primera de las cuales recibe entre 45.000 y 50.000 visitas diarias, como para alguna empresa de despedida de solteros, todo ello sin descuidar en lo posible a la familia, los amigos, la novia cuando la tiene _la mayor parte del tiempo_ y a sí mismo.

En apenas un mes empieza un proyecto de repercusión histórica, el rodaje de O divino ferrete, primera película porno que será rodada en el idioma de Rosalía, manda carallo…, y que ha logrado romper tabús y perjuicios al hacerse con el apoyo y colaboración de nombres de la cultura convencional gallega, como el grupo de música Heredeiros da Crus, el diseñador Gonzalo Vázquez, Xavier Cid, Yolanda Zúñiga…

Totó García, nacido en Ferrol hace 28 años, poseedor de un Premio Ninfa (los Goya del porno español) y dos nominaciones más, es niño grande y adulto prematuro, pues como hombre conserva todavía la frescura y una cierta inocencia _la pasión de vivir_ propias de la infancia, una infancia en la que, sin embargo, mostraba una sorprendente visión madura de la existencia cuando, por ejemplo, hacía comentarios de tipo técnico (“Yo, para esta película, habría elegido a esta otra actriz” o “Mejor un plano picado para esta escena”) cuando, en lugar de dejarse llevar y correrse sencillamente de gusto, visionaba,rodeado de amigos en la fechoría, una peli porno de estraperlo, sisada con premeditación y alevosía del fondo de armario del padre despistado de turno…

Su idilio con el porno es, pues, amor a primera vista y vocacional… No escarceo de una noche cualquiera, un polvo triste de los de pirarte nada más descargar, sino romance vitalicio, pues este actor gallego hace lo que ama y ama lo que hace, no como excusa para echar más polvos que nadie, sino para revestir de dignidad a un tipo de cine, que muchos ven por detrás, porque no está bien visto, y critican por delante, que es lo que queda bien… 

Pero a él sólo le interesa lo que queda bien en cámara y no lo que piensen de él. Que el polvo sea más que polvo y se vuelva magia cinematográfica, que el gemido jamás recuerde a un robot, que el rostro de placer no parezca una caricatura que denigre la belleza natural del sexo. Y si puede ser, que el cine logre el milagro de tocar y remover conciencias, de quitarle a los coños y a las pollas las telarañas de los perjuicios morales, la herrumbre y maldición de las costumbres presuntamente correctas. ¡Eso ya sería la polla!...

Por eso, consciente de que muchos hombres sueñan con ser como él, les anima a “que se lo piensen si es vocacional, pero que no lo hagan sólo por follar, porque los rodajes son muy duros” más allá de las erecciones. La vida del actor porno tiene _incluso fuera de los platós_ sus inconvenientes, tantos como para no desvelar su identidad a la chica con la que se va a la cama cualquier noche de juerga, ahora que no tiene pareja, ya que “las que me reconocen convierten el encuentro sexual en un casting, en el que se esfuerzan por demostrarme sus habilidades, con lo que se pierde la naturalidad”.

Y por eso sus fantasías no cumplidas _pues también él las tiene_ son la realidad del hombre normal, justo el que paradójicamente sueñan con ser como él, un “tipo de relaciones estables”, nada dado al picoteo: “Me pone el polvo más lento, suave, más sentido y menos mete-saca y cañero que el del porno” . Y mejor fantasía aún, la de situar ese polvo _esencialmente romántico_ en alguna playa paradisíaca, que sería, para Totó, el no va más. 

Sólo empujado por mí a desvelar su lado más canalla, confiesa sin problema el deseo íntimo de “ser sultán de un harem, con quince tías dedicadas en cuerpo y alma a mí”. Es su gran fantasía junto a la de no tener algún día que trabajar. 

Por el sencillo gusto de no tener que hacer nada. Nada más que lo que le plazca... 

Sencillamente vivir.

---------------
(Artículo publicado en www.laguiacanalla.com)


miércoles, 26 de octubre de 2011

El elixir de la eterna juventud

Anette es la prueba viviente de que el alma no pertenece al tiempo. Es la alquimista que ha descubierto el elixir de la eterna juventud: la pasión por vivir. 

"Mantengo siempre una actitud abierta hacia los demás, yo me como y me bebo el mundo y todo lo vivo dando de mí lo máximo, porque así disfruto”, señala sin un atisbo de suficiencia o engreimiento en su voz de vino noble, con cuerpo, aromatizado por matices de distintos lugares del orbe, pues es la mezcla, la simbiosis armónica, su principal seña de identidad que la ha hecho no perder, pero sí trascender, su condición de argentina para hacer de ella una ciudadana de cualquier tierra.

Y digo Annette, porque es, antes que Ama, antes que Dómina, antes que nada, persona que no puede anular ninguno de sus personajes. Y trata, como es lo suyo, a todos los demás por igual, como personas, que merecen todo el respeto ya sean sumisos, esclavos, presidentes del gobierno o el mendigo de cualquier esquina. En su universo personal no hay clases sociales, todos caben, nadie sobra. Si acaso aquellos “que no vibran en la misma onda”, ésos que se creen siempre con derecho a opinar, a criticar, con fundamento o sin él, a juzgar gratuitamente y a lapidar.

Contra ellos, Ama Annette utiliza los principios sabios y espirituales de la India, del karma yoga, que por supuesto practica, lo que supone no hacerles puñetero caso, ignorancia total, de manera que quienes contra ella tiran piedras “se acaban aburriendo y se desactivan solos”. El “no te preocupes por nada” es su antídoto contra las dificultades y su pasión desatada por la libertad, palabra que adorna su bandera, la ha llevado a no ser de aquí ni de allá, y al mismo tiempo de todas partes. Quizás porque, desde niña, la profesión de su padre la trajo a Europa _Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza…_ y desató en ella el deseo eterno de “viajar, trabajar y estudiar”. 

Psicopedagoga, profesora de idiomas, versada en música antigua, vocalista de la ‘misa criolla’, ejecutiva de varias multinacionales… Vocación de educadora, al fin, tanta que una pareja suya le descubrió que tenía aptitudes innatas para el BDSM en calidad de ama y, autodidacta como es ella, montó una mazmorra para sesiones profesionales de la noche a la mañana. Todo bien pactado, derrochando pasión y con el mayor respeto, con la máxima confianza, con total discreción, con interés genuino por guiar a los demás hacia caminos de realización personales que ni ellos mismos habían soñado.

Así es Annette. Grande que no pisotea lo pequeño. Profesora de mil cosas y alumna siempre de la vida. Pasional en todo lo que hace, incluido el sexo que, en su intimidad, se despoja del látex del BDSM y se hace vainilla, pero vainilla casi amarga, porque el sexo, con un “novioamigo” con el que se ve con regularidad, es “hard”, cómo no, nada de chorraditas y excesivas suavidades, cañero y de “sálvese quien pueda”.

Actualmente, se ha lanzado de lleno en un proyecto que la ilusiona y en el cual ha volcado también su potente energía, el de crear un Calendario de Amas de Barcelona para 2012, en colaboración con el fotógrafo Ivo-Bcn. Si queréis saber más de ella, buscadla en su mazmorra, detrás de la estación barcelonesa de Sants, justo al final de este enlace

Y si acaso reunís el valor necesario, buscad detrás de su látigo, al final del Ama, más allá de la profesora, a la alquimista Annette… y preguntadle por el elixir de la eterna juventud.

--------------------
Artículo publicado en www.laguiacanalla.com

martes, 25 de octubre de 2011

No sin mi apretón de pezones

Al otro lado del teléfono _donde renace del silencio, a mis oídos, por primera vez_, se empeña en convencerme, en vano, de que es una mujer de otoño, pero su voz de niña la desmiente, la hace fresca y la hace risa, la convierte en inocencia, la que nunca pudo arrancarle ningún pecado de los que se inventa el mundo para tratar de torcer lo bueno, de manchar lo blanco.

Será porque el mundo con ella jamás pudo. Ni siquiera cuando con apenas 15 años entró en una relación de correccional de menores, de cárcel cuando visitó el altar del matrimonio. Dos hijos, lo mejor del aquel encierro, y un montón de años de renuncia voluntaria a ser ella misma. “A toda una generación de mujeres nos educaron para un mundo que ya no existe”, señala, sin nostalgia, sin atisbo de rencor, desde el mirador de sus recuerdos, una educación que llevo a legiones de mujeres “al círculo cerrado del matrimonio, en el que, como ocurrió a mí, no tienes ocasión de conocer nada fuera de sus estrechos límites”. 

Su condena duró, exactamente, el tiempo que le llevo comprender que su carcelera era ella misma y que encerrar sus fantasías de infancia bajo el cinturón de castidad del matrimonio sólo conducía a una imagen en el espejo de lo “correcto”, pero a ninguna parte de sí misma. Fue hace una década, donde cobró conciencia de que, en el fondo, siempre había sido libre, libre de elegir su papel y el juego, esclava de nadie y reina de sus placeres ocultos, y, un año después de separarse, por diferencias irreconciliables como tantas otras parejas, decidió, en brazos de un amante nada convencional como ella, dar calabazas señora Corrección y soltar viejas amarras de la mano de una tal Libertad, su nuevo nombre y su compañera de aventuras desde entonces, la amiga íntima que, cuando la memoria le falla, le susurra al oído que haga lo que le salga del santísimo coño en lugar de lo que coño se espera de ella.

“Aquella relación formó parte de un camino, intensa y estupenda pero con un punto de fin, me dejó en un mundo convencional en el cual no encontraba compañeros de juegos que no se asustaran ante una mujer llena de propuestas que en general les hacían sentir incómodos, porque a los hombres los han educado así… El hombre debe proponer a la mujer porque ha de saber más que ella, y cuando encuentra una que funciona al revés, se descolocan y no saben dónde ponerse. No se permiten aprender, porque no entra dentro de los cánones y, por mucho que la gente hable de liberalidad, la estructura del pensamiento de la mayoría es aún demasiado rígida... Una mujer demasiado determinada sexualmente es sospechosa y nada de fiar, la desean en sus sueños, pero cuando la tienen, la consideran la chica divertida con la cual no tendrían nunca nada serio… Esa antigua historia de Fortunata y Jacinta sigue sorprendentemente vigente, la puta divertida en la calle y la santa y aburrida en casa, a quien no tienen ningún problema en traicionar… Unas manos blancas que eduquen a sus hijos generación tras generación en la moral aceptada que los contradice a ellos mismos y les conduce a la doble moral. Y dejo claro que en ese momento no se me ocurría pedir a alguien con quien no tenía suficiente complicidad ningún tipo de juego extremo ni de dominación’’.

“Yo tengo recuerdos de mi más tierna infancia”, añade en busca del origen perdido de su personalidad, “y me veo masturbándome desde muy niña, como aquella vez que vi, en el untador que traía de promoción el Tulipán para las meriendas, otras posibilidades más allá de su uso convencional”… Tanto fue así que su madre la sorprendió en la bañera explorando los goces infinitos de su sexo, buscando a Dios entre sus muslos, y se escandalizó, como no está en los escritos, de ver que sus maniobras “untadoras” le habían causado una herida vulvar, un pecado supermortal refrendado por el estigma de su propia sangre.

Así es ella. Curiosa, fantasiosa, ácrata, paradójica y dómina que renació de las cenizas de la masoquista que lleva dentro, largo tiempo después de su separación matrimonial, sin prisas y con pleno conocimiento de lo que hacía, dio sus primeros pasos en el BDSM de la mano de un amo que le regaló la sabiduría de que el dolor intenso puede ser camino del mayor placer, pero cuya voluntad no supo, ni quiso seguir de forma permanente. 

Quizás porque su naturaleza es dual. Goza del dolor, mas no de la experiencia de obedecer. De esta contradicción aparente, surgió Dómina Libertad, una de las grandes referencias del BDSM en Madrid. Un ama no convencional, no de escuela sino hecha intuitivamente a sí misma. Una Señora que no cree en las etiquetas, que a nadie definen, ni en la norma por la norma, porque ella es “lúdica y gansa”… Ni cree que nadie tenga la última palabra, el catecismo, sobre cómo debe ser el placer que emana del SM. Una mujer que sueña, al fin, con crear, a la vuelta del verano un gran local alternativo en Madrid, abierto, como PLANETA CANALLA, a todos los géneros y a todas la tendencias… 

Lo conseguirá siempre que logre el milagro de hacer comprender a la comunidad alternativa que los proyectos cuestan, en lo personal y en lo económico, pues no surgen de la nada. Siempre que logre vencer la “tacañería” y el absurda pretensión de gratuidad de todo lo que tenga que ver con placeres no convencionales. Siempre que logre espantar el fantasma del “ánimo de lucro”, el injustificable sanbenito que cuelga de cualquier proyecto que venga a dar espacios de juegos a los diferentes.

Y lo logrará, seguro, porque ella es Libertad, la niña del untador que se salvó del olvido y se ha convertido en “una adolescente madura” , en una mujer que ha sabido reconciliar a su Fortunata y a su Jacinta. La mujer indefinible, auténtica, que tanto da un azote como no puede sustraerse “a un fuerte apretón de pezones” como Dios manda.

----------------------------------
Por Angelcaído
----------------------------------