jueves, 3 de febrero de 2011

Getsemaní





Oración en el Huerto de Getsemaní. Día de la Pascua Judía.

Perdóname, Padre, porque he fracasado.  Todo intento por hacerles comprender tu Verdad ha sido en vano. Abren los ojos antes mis palabras, pero no quieren ver. Escuchan, pero no oyen. Pese a todos mis intentos por hacerles comprender, siguen empeñados en creer que Tú estás en los cielos, separados de ellos, ajenos a sus grandezas y miserias cotidianas. Y creen, por supuesto, que Tú estás ahí para juzgarles, como hacen ellos a diario, para condenarse los unos a los otros, porque también se ven separados, porque son incapaces  de comprender que son Todo y Todos, que son Tú.

Por eso creen que sólo yo soy hijo tuyo _el Unigénito, me llaman a mis espaldas_ y que  he venido en calidad de Mesías a salvarles de sus muchos pecados, a dar mi vida a cambio de aplacar tu cólera. Mi sacrificio como cordero a cambio de librarles de su infierno.  Continúan empeñados en exaltar el sufrimiento, en el convencimiento absurdo de que les hace dignos a tus ojos. 

No he sabido transmitirle lo más sencillo: que Tú Eres Amor y que ellos son un reflejo de Ti,  que han elegido venir al mundo para experimentarlo en todo su esplendor, y que no hay otro infierno, ni ningún otro castigo, que el de no recordar esa extraordinariaVerdad.

Mi corazón está cansado esta noche, Padre. Mi mente, atormentada. No puedo dejar de pensar que he se sido un mal hijo y un pésimo mensajero. Me atenaza el dolor de saber que  Te he defraudado y me he defraudado a mí mismo, que es lo que más me pesa en el alma.  El mensaje que en Tu nombre les he traído ha sido _perdóname, porque no pretendo juzgarles, que no soy quien_ como darle margaritas a los cerdos. No sólo no lo han entendido, sino que lo han manipulado para hacerlo útil y al servicio de los poderes mundanos. Ya hay, de entre mis discípulos, quien habla, en mi ausencia, de crear una iglesia, otra religión de prohibiciones y castigos, para dominar a las masas y mantenerlas en la ignorancia de su luminosa esencia divina...

No se puede hacer peor de lo que yo lo hecho, Padre.  Recordar tanto para poder compartir tan poco... Tantas palabras para nada...Tanto afán  estéril por recordarles que toda diferencia aparente es riqueza y no causa de rechazo, que Todos somos hermanos e iguales en Dios, que somos creadores _en pensamiento, palabra y obra_ de nuestra realidad y nuestras vivencias mundanas y que no existe, por tanto, nada ni nadie fuera de nosotros para poder culparlo de  lo que sólo cada uno de nosotros somos responsables... 


¿Para qué seguir?... Ni mi ejemplo de amar sin condiciones_que ellos llaman milagro_, ni mi enseñanza de que toda limitación es elegida, y que cualquier cosa que deseen es posible, ha servido para nada.  Rechazan su propio poder creador ilimitado; ignoran que cada cual, con sólo atreverse a soñarlo,  es capaz de alumbrar el Paraíso en la Tierra, y prefieren culpar a los otros de sus propios errores. 

Esta noche, Padre, me faltan las fuerzas y las ganas de seguir intentándolo. Yo les señalo el Camino que hay en ellos y ellos dicen, en el mejor de los casos,  que el Camino soy yo. Y los menos me siguen como borregos. Y los más me acusan de charlatán, de hechicero, de Anticristo... ¡y me envían a la muerte!...

Me mandan a la liberación sin saberlo...

Hágase, pues, su voluntad y no la mía, que no hay mayor ciego que el que no quiere ver. Cualquier cosa es mejor que este dolor inmenso de sentirme, como esta noche, como tantas y tantas otras, solo en la certeza de queTú y Yo Somos Uno.

Un Cordero de Amor en medio de los que se creen lobos.

El que muere, Padre,  para que viva Barrabás. 

                                          
                                    "El Evangelio de Jesús" (Fragmento)

------------------------------------------

No hay comentarios: